Saturday, April 22, 2006

1er. encuentro con Tombrio: aquello fué espectacular, acostumbrado al riguroso calor estival madrileño y las sensuales lomas ocres de mi mancha natal aquella explosión de naturaleza y fresco en pleno estío era demasiado para mis sentidos. Tanta arboleda, tanto camino sinuoso entre sombras de castaños y generosos cerezos donde emprender enriquecedoras tertulias con los paisanos del lugar era un festival de sensaciones que jamás pude imaginar.
